Hay muchos trastornos, como la artrosis, propios del deterioro físico que se produce; los trastornos muchas veces pueden prevenirse o retardarse con la práctica del yoga.
No podemos escapar al envejecimiento; es un proceso existencial propio, privativo e intransferible de cada ser.
Es necesario considerar el envejecimiento como una etapa interesante de la vida, que dependerá de nuestra actitud interna, de cómo tomemos esta fase de la vida que, convencionalmente, se denomina "tercera edad".
Tenemos que fomentar una actitud de enriquecimiento y crear las condiciones para que ese envejecimiento sea natural, alimentando un estado de ánimo positivo, fresco y jovial, aun cuando nuestra edad sea avanzada.
Las clases de yoga para la tercera edad tienen una implementación diferente .
Se tiene en cuenta el aspecto físico,psicológico y neuronal del individuo.
Las sesiones están orientadas desde la mínima posibilidad hasta la máxima, sin que quede ningún área sin beneficio o estímulo.
El instructor se prepara para que atendiendo la diversidad de dificultades, pueda trabajar beneficiando a todos y evitando cualquier riesgo o perjuicio.
La acción del yoga como apoyo terapéutico a los conflictos psicológicos de la tercera edad: angustia, soledad, inseguridad.
Podemos decir que no hay límite de edad para practicar Yoga. Las personas que lo hacen no sienten el paso de los años.
La recomendación es realizar la práctica bajo la dirección de un profesor/a y previa consulta médica.
Con ciertas posturas realizadas “con suavidad”, ayudamos a que la corriente sanguínea, irrigue el cerebro, activando los vasos sanguíneos del cuerpo.
Entre los beneficios del yoga se encuentran:
1. Aumenta la flexibilidad
2. Mejora el tono muscular
3. Tiene un efecto relajante
4. Aumenta la concentración
5. Fortalece los huesos, mejora la respiración y la circulación.
6. Estimula el sistema inmunológico.
7. Mejora el funcionamiento de los órganos sexuales.
8. Ayuda a balancear las emociones.
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